El miedo al fracaso puede llegar a ser una fuerza muy poderosa en cada decisión que tomamos y en cada tarea que emprendemos. Aunque a veces este miedo nos puede motivar para tener éxito, otras veces puede vencernos, impidiéndonos perseguir nuestras metas. A menudo, es en esos momentos en los que nos enfrentamos a grandes oportunidades, nos encontramos que ese miedo es más fuerte y nos sentimos intimidados con pensamientos como que no somos lo suficientemente buenos o sentimos la amenaza de que vamos a parecer tontos cuando fallemos.
Esta voz interna nos debilita y limita nuestra capacidad de perseguir y lograr las cosas que queremos en la vida. Siempre que nos enfrentamos a un nuevo reto o que soñamos con alcanzar algo nuevo, este crítico interno está ahí para frenarnos y asustarnos con posibilidades de fracaso, animándonos a ser autoprotectores evitando el riesgo.
Para combatir las intrusiones de este crítico interno es necesario reconocerlo. En este sentido, el primer paso para superar el miedo al fracaso es identificar cuándo nos habla nuestro crítico interior, e identificar las situaciones en las que esta voz es más alta o más prominente.
Nuestro crítico interior es una parte de nosotros mismos que está en nuestra contra. Su desarrollo se produjo durante las experiencias tempranas de la vida en la que nos hicieron sentir mal con nosotros mismos. Se compone de las palabras con las que frecuentemente nos sentimos rechazados y que se interpusieron en nuestro crecimiento. Si fuimos muy criticados o corregidos en exceso, es fácil que nos sintamos inseguros respecto a nuestras capacidades. Estas primeras experiencias hacen mella en la autoestima del niño, y suponen experiencias dolorosas que se incorporan en el desarrollo del sentido de uno mismo, dando lugar al crecimiento de un enemigo anti-yo que permanece en nuestras cabezas, y reproduce esas críticas que recibimos de padres, maestros, entrenadores y otras personas que fueron importantes durante la niñez y la adolescencia.
A medida que comenzamos a reconocer cómo y cuándo esta voz está influyendo en nuestras vidas actuales es crítico interior podemos empezar a separarlo de nuestro verdadero punto de vista, nuestro verdadero yo.
Nuestros temores de fracaso nos pueden limitar, impidiéndonos vivir la vida que queremos vivir. Cuando inevitablemente experimentamos rechazo o decepción, tenemos que ser resistentes emocionalmente en nuestra forma de hacer frente a la situación. En este sentido, podemos aprender habilidades para ser más resistentes, y podemos afrontar los problemas con menos contratiempos internos. Sin embargo, el primer paso para asumir esta nueva confianza es deshacerse del pesado equipaje de nuestro pasado y de esas voces críticas interiores que falsamente se alimentan nuestros miedos al fracaso.