Las personas con depresión son más vulnerables a la fatiga. Tareas sencillas, como bañarse o levantarse de la cama, pueden requerir más esfuerzo del que pueden hacer. Además, la fatiga puede desempeñar un papel en otros síntomas asociados con la depresión, como la abstinencia y la apatía.
La depresión puede aumentar la sensación de cansancio, haciendo que la persona no sea capaz de hacer algunas actividades que antes sí llevaba a cabo como consecuencia de la fatiga. De hecho, según la psicóloga clínica Shoshana Bennett, “es inusual que la fatiga no sea uno de los síntomas de la depresión”.
La fatiga afecta a más del 90% de las personas con trastorno depresivo mayor, según informan Ghanean, Ceniti y Kennedy (2018) en un artículopublicado en el CNS Drugs. Pero, ¿qué es lo que provoca el cansancio asociado a la depresión?.
¿Por qué la depresión nos hace más vulnerables a la fatiga?
Según las estadísticas, la fatiga residual en la depresión contribuye significativamente al deterioro de la calidad de vida. Además, también parece ser un factor de riesgo importante para la cronicidad y la recaída (Marin, H. y Menza, 2004).
Las posibles causas que se esconden detrás del cansancio durante los trastornos depresión incluyen problemas para dormir, tipo de dieta, estrés e incluso los medicamentos utilizados para tratar la propia depresión. Vemos a continuación las principales razones por las que las personas que padecen depresión son más vulnerables a la fatiga.
¿Tienes problemas para dormir?
El sueño es esencial para regenerar el cuerpo y para reponer energía. La falta de sueño por sí sola no causa depresión. Lo que hace la falta de sueño es aumentar el riesgo de depresión. La falta de sueño también puede empeorar los síntomas de depresión existentes; incluso en aquellos casos en los que una persona con depresión duerma suficiente, es posible que no tenga buena calidad de sueño.
Soehner, A., Kaplan, K. y Harvey (2014) informan que muchas personas con depresión y otras condiciones de salud mental, como el trastorno bipolar, experimentan tanto insomnio como hipersomnia.
Otro trastorno del sueño que tiene vínculos con la depresión es la apnea obstructiva del sueño. En este sentido, un estudio encontró que la depresión es común en personas con apnea del sueño y que afecta la gravedad de la apnea del sueño (Edwards et al., 2015). El estudio encontró que el tratamiento de la apnea del sueño mejoraba los síntomas de depresión.
¿Sigues una dieta inadecuada?
Durante mucho tiempo se ha especulado sobre si la dieta afecta la salud mental. En este sentido, un informe encontró evidencias de que las dietas de mayor calidad, como las que incluyen “alimentos anti-inflamatorios”, pueden reducir el riesgo de depresión de algunas personas (Soehner et al., 2014).
Li et al. (2017) informaron de que patrones de dieta específicos se relacionaban con un mayor riesgo de depresión. En este sentido, encontraron que las dietas de estilo occidental, ricas en carnes rojas, carnes procesadas, granos refinados, dulces y otros alimentos no saludables pueden aumentar el riesgo de síntomas de depresión en algunas personas.
¿Estás estresado?
El estrés puede afectar los niveles de serotonina y dopamina. Estas sustancias químicas en el cerebro desempeñan un papel esencial en la regulación del estado de ánimo y la energía.
Un estudio en una de que los eventos estresantes de la vida, como final de una relación, la muerte de un ser querido, una pérdida significativa o cambios relacionados con la salud, entre otros, pueden aumentar significativamente el riesgo de una persona de desarrollar un trastorno depresivo mayor. (Slavich e Irwin, 2014). Este estudio sugiere, además, que el estrés también puede causar inflamación en el cuerpo. Esta inflamación podría provocar, a su vez, hipersomnia y hacernos más vulnerables a la fatiga.
¿Tomas antidepresivos?
Los antidepresivos actúan sobre los neurotransmisores del cerebro, ayudando a mejorar la función de regulación del estado de ánimo de una persona. Sin embargo, algunos antidepresivos pueden causar fatiga significativa.
Por ejemplo, Targum y Fava (2011) informan de que algunos de los medicamentos que se usan para tratar el trastorno depresivo mayor pueden inducir síntomas de fatiga como efecto secundario.
Cómo mejorar la fatiga cuando estás deprimido
Además de hablar con tu médico del problema, para que descarte o diagnostique otras causas y/o que revise tu medicación, en caso de que la tengas, hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar la fatiga asociada a la depresión.
- Haz ejercicio. Dormirás mejor y favorecerás la segregación de hormonas y sustancias en tu cerebro que aumentarán tu sensación de bienestar.
- Practica una buena higiene de sueño. Sigue una rutina que favorezca un sueño de calidad: cuida tu alimentación, sigue pautas de relajación, etc.
- Mejora tu dieta. Evita alimentos ricos en grasas no beneficiosas -fritos, grasas trans…- y azúcares refinados. Aumenta el consumo de verduras de hoja verdad, pescado azul, alimentos probióticos y otros alimentos beneficiosos.
- Practica mindfulness. La meditación de atención plena te ayudará a mejorar tu estado de ánimo y a aliviar el estrés.
Recuerda que el hecho de que seamos más vulnerables a la fatiga durante la depresión no significa que tengamos que conformarnos. A medida que seamos más pro-activos para mejorar tu situación también mejorarán los síntomas de la depresión.
Por: Eva Maria Rodríguez