Algunas personas piensan que el sexo está sobrevalorado en una relación, mientras que para otros hay muchas razones por las que el sexo es importante. El sexo es una parte importante en la vida de pareja, aunque no para todos tiene la misma importancia. En realidad, muchos de los problemas que surgen en las parejas tienen su origen precisamente en que la importancia que le dan al sexo o a la cantidad que cada uno necesita.
Tal vez parezca algo obvio, pero con el tiempo las personas cambian y evolucionan, se empiezan a valorar otras cosas. La visión que se puede tener sobre la sexualidad puede cambiar también y eso no significa necesariamente que cada vez importe menos.
El sexo y la felicidad
Los estudios muestran que las parejas que viven juntos de todas las edades que reportan niveles más altos de satisfacción de la relación también tienen una buena vida sexual. Además, también se ha comprobado que las parejas hablan y comparten tiempo juntas tienen una mejor vida sexual.
Por otra parte, es más o menos aceptado entre los profesionales que tratan problemas de pareja que las parejas que no tienen relaciones sexuales son infelices, tienen sentimientos de frustración, depresión, rechazo, inseguridad, dificultad para concentrarse y baja autoestima.
Se entiende como una relación de pareja “sin sexo” aquella en las relaciones sexuales se producen 10 veces o menos al año. Curiosamente, diversos estudios han encontrado que un gran número de parejas apenas llegan a estas cifras. Otras investigaciones también han revelado que las parejas que apenas tienen relaciones sexuales son más propensas a valorar el divorcio.
Cuando se trata de sexo no hay parámetros “normales”
A la hora de valorar la importancia que se le da al sexo hay que tener claro que no hay una medida “normal” en lo que ha encuentros sexuales se refiere. Cada pareja es diferente. Algunos estudios han encontrado que las parejas felices tienen una media de 3 a 4 encuentros sexuales al mes. Pero esto depende de cada pareja y de cada persona, de cómo se mantenga el impulso sexual con los años y de muchos otros factores.
Por otra parte, la importancia de las relaciones sexuales pueden cambiar y fluctuar con el tiempo. Dentro de las relaciones, la importancia del sexo se trasforma y la forma de practicarlo también, al igual que el resto de aspectos relacionales de la pareja.
Por eso hay que considerar que lo más importante es seguir explorando cómo encaja el sexo en la relación con el paso del tiempo, qué puede variar y qué tipo de relación de pareja existe. Si cuestiones como la comunicación o el pasar tiempo juntos han cambiado, probablemente también lo haya hecho la vida sexual.
Conocerse y conocer al otro es una labor que nunca acaba, por lo que no deben darse por sentado cuestiones tan importantes en la vida de pareja como la sexualidad. Lo fundamental es seguir escuchando y aprendiendo el uno del otro.
No hay que sentirse culpable
No hay que sentirse culpable por pedir lo que se quiere o por no desear algo que el otro demanda. La comunicación es fundamental. Muchas personas pueden rechazar el sexo simplemente porque ya no les satisface o porque hay algo que no les gusta. Hablarlo es la mejor forma de solucionarlo.
Para que una relación de pareja funcione en lo que se refiere a sexualidad es necesario entenderse,hablar sin sentirnos culpable. Solo así las relaciones podrán ser realmente placenteras y, en consecuencia, aumentará la frecuencia de las mismas, formando un círculo que se retroalimenta.
El sexo es de vital importancia en la vida de pareja
En una relación de pareja, habitualmente lo único que se comparte de forma exclusiva con la pareja es el sexo. Es decir, que el sexo es lo que hace que una relación de pareja es una de las diferencias mayores entre dos amigos y dos personas que forman una pareja.
Además, en la pareja el sexo es mucho más que diversión, ya que también requiere un nivel más profundo de comunicación. El sexo en la pareja requiere hablar sobre las cuestiones emocionales íntimas, requiere conocer al otro, saber qué le hace sentir bien, respetarse, dar y recibir. Esto requiere llegar a un nivel más profundo de confianza que luego se extenderá más allá y que se aplicará a otras cuestiones vitales de la vida de pareja.
Por: Eva Maria Rodríguez