Relaciones de pareja tóxicas. Se suceden cada día y en todo el mundo, no importa el país, ni nuestros estudios ni la edad que tengamos. Casi sin saber cómo, acabamos cayendo en relaciones donde se ven vulnerados nuestros derechos como persona.
Derecho a elegir, a ser nosotros mismos, a vivir con integridad y felicidad. ¿Por qué sucede? La verdad es que cuando hablamos de amor nadie dispone del manual perfecto que ofrezca respuesta a todas las preguntas. Enamorarnos supone dejarnos llevar por una serie de emociones tan intensas, donde es muy difícil en ocasiones mantener el equilibrio y la perspectiva de lo que está ocurriendo.
Resulta también indicativo, que una misma persona pueda vivir más de una relación tóxica a lo largo de su vida. ¿Quiere decir esto que tal vez, algunas personas tengamos el perfil de “víctima”? ¿De persona que puede ser fácilmente manipulada?
La verdad es que no podemos asegurar tal ideal. En absoluto. Tampoco hemos de ver únicamente a la persona tóxica centrada exclusivamente en el “papel masculino” y a la víctima, en el “papel femenino”. El manipulador, la persona que coacciona, sanciona y que maltrata, puede caer perfectamente del lado de los dos géneros. Vale la pena tenerlo en cuenta, a pesar de que sin duda, son más conocidos los casos de mujeres quienes acaban siendo el foco de la mayoría de abusos.
Vale la pena entonces conocer qué medidas podemos seguir para salir de estas relaciones tóxicas. Por nuestro bien, por nuestra salud emocional.
¿Por qué no nos damos cuenta que estamos viviendo una relación de pareja tóxica? Puede que en tu círculo personal, conozcas a alguna persona que en la actualidad, está viviendo una relación de pareja tóxica. Tú lo sabes, pero él o ella no es consciente. No lo ve. Y a pesar de que intentamos mostrarle que lo que está viviendo no es normal, la persona en cuestión se niega a admitirlo.
¿Por qué ocurre? Básicamente por estas dimensiones: Pensamos que nuestra pareja puede cambiar. Que lo que está ocurriendo es algo temporal, y puesto que nos ama, tarde o temprano su conducta acabará mejorando. Es decir, creamos una visión “idealizada” de la pareja que no se correlaciona con la realidad.
La persona manipulada, en ocasiones, presenta una autoestima muy baja. Puede que antes de iniciar esa relación fuera alguien fuerte y seguro/a de sí mismo/a. Pero con el tiempo ha acabado muy “tocado”, muy herido/a. Tanto que ya concibe que es eso lo que le toca vivir.
A menudo caemos en los chantajes. Puede que ayer te hiciera llorar, que te humillara, pero hoy te ha pedido perdón entre lágrimas y tú no puedes girar el rostro hacia ese gesto…
El miedo a la soledad, al abandono o al rechazo. A pesar de estar viviendo una relación de pareja tóxica, pensamos que siempre será mejor “eso” a estar solos. Es algo que suele ocurrir con frecuencia, aunque parezca sorprendente.
Miedo a las consecuencias por dejar a esa persona: puede existir un claro temor a cómo va a reaccionar la persona en sí. Tal vez exista un componente violento a tener en cuenta.
Estrategias para salir de una relación de pareja tóxica:
1. Tomar conciencia: nadie puede superar un problema si primero, no reconoce que hay un “muro” en su vida. Y hay que tenerlo en cuenta, el amor es la principal venda que va a cubrir nuestros ojos. En ocasiones un amor tan ciego e incondicional, donde nos cuesta mucho reconocer que nos están quitando el aire, la integridad.
2. Di no al miedo: el miedo es la principal barrera que habremos de saltar. Si no te ves con fuerzas, pide ayuda. A un amigo, a una compañera, a ese familiar que siempre te apoya, o cualquier profesional de la salud o servicios sociales. Tenemos claro que cada pareja es un universo propio y particular. Puede que tu pareja no sea violenta, pero aun así, tienes miedo a pensar qué será de ti al verte solo/a. Pero en ocasiones, la soledad es mucho mejor que este tipo de relaciones.
3. Invierte todas las energías en ti mismo/a. Has pasado mucho tiempo pendiente de otra persona. Has sido como un pequeño satélite orbitando alrededor de un planeta que no te ha aportado nada. Es hora de moverte, de encontrar tu propio horizonte y recuperar nuevas ilusiones, ésas que te son propias y que todos merecemos.
Salir de una relación tóxica es posible, requiere valentía y una buena autoestima. Pero todos somos capaces de conseguirlo, está al alcance de tu mano y es la oportunidad de girar el pomo hacia esa puerta que te abrirá una nueva felicidad.