Se dice por ahí, casi con descaro, que las mujeres pueden mantener y sobrellevar una aventura mejor que los hombres, sin ser descubiertas. Ese “sexto sentido” atribuido a las mujeres, muchas veces se convierte en una especie de justificación sobre su “efectividad estratégica” al momento de tener un amante. Por el contrario, se tiende a pensar que los hombres son descuidados con los detalles y, por ello, son descubiertos con mayor frecuencia cuando protagonizan una infidelidad.
A decir verdad, la decisión de ser infiel (cuando se tiene una pareja estable, con la cual se ha compartido la vida por un largo tiempo e, incluso, se ha conformado una familia), puede convertirse en una grieta irreparable para el amor, la confianza y el respeto. No es más o menos grave que una traición sea cometida por el hombre o por la mujer, en ambos casos se hace un daño irreversible a la relación, así la persona afectada se dé cuenta o no de lo que sucede a su alrededor.
A continuación veremos algunos de los comportamientos típicos de una persona infiel. Aunque esas pistas no constituyen por sí solas una regla, sí pueden dar indicios de un comportamiento provocado por la presencia de un(a) amante:
1. Lejanía afectiva.
2. Frialdad sexual.
3. Preocupación repentina y excesiva por la apariencia física.
4. Cambios inesperados de rutinas: almorzar fuera, llegar tarde, trabajar los fines de semana, etc.
5. Llamadas y/o conversaciones telefónicas sigilosas, a horas extrañas o inoportunas.
6. Uso reservado y exagerado de Internet.
7. Mentiras y contradicciones.
8. Problemas existenciales súbitos y fuera de contexto.
9. Criticar ahora lo que antes se admiraba.
10. Lo evidente: olores distintos, manchas en la ropa, gastos excesivos, amigos inexistentes, etc.
¿Qué hacer en caso de encontrar estas señales?
La “Guía práctica para afrontar la infidelidad de pareja” del psicólogo y escritor Walter Riso, habla sobre tres alternativas para las personas que, además de haber visto uno o más de los comportamientos mencionados anteriormente, han evidenciado en su pareja, con pruebas y hechos, la aventura o relación con un(a) amante:
1. Si la fidelidad es un principio no negociable, debes tomar cartas en el asunto. Si consideras que vale la pena dar una oportunidad, consulten en forma conjunta a un experto, revisen a fondo la relación y pon en marcha cuanta acción consideres útil para rescatarla.
2. Si tu preocupación es el miedo a la soledad o al qué dirán, deberás hacerle frente a esos miedos. Si es necesario busca también ayuda de expertos. Y ten en cuenta: “Si quieres tomar decisiones saludables e inteligentes debes hacer frente a tus miedos”.
3. Por el contrario, y la menos recomendable según el escritor, si optas por cargar los cuernos con resignación, habrás perdido tu derecho a la protesta. “El apego corrompe y le quita la autoridad moral”. Pero eso sí, apunta el escritor, ten en cuenta que en cualquier momento puedes cambiar de opinión y defender tu valía personal. Como dice textualmente la guía: “Nunca será tarde para reinventarte de nuevo”.
Esta es solo una breve reseña de una de las 16 lecciones que contiene la “Guía para afrontar la infidelidad de pareja”, un escrito con grandes aportes y orientación para quienes están pasando por una situación de este tipo o conocen a alguien que está sufriendo por esta causa. La guía te dará claridad sobre cómo actuar frente a la problemática de la manera más racional posible.
Para concluir, una cita del Dr. Riso con respecto a este tema: “La fidelidad no es ausencia de deseo (nadie puede asegurar que nunca le gustará nadie más), sino producto de la voluntad y una decisión consciente. En otras palabras: la fidelidad es autocontrol y evitación a tiempo”.