Durante la actual crisis es más importante que nunca atender nuestro autocuidado emocional. Es momento para hacer de las emociones nuestras mejores aliadas y lograr así, transitar con mayor calma y aplomo por esta realidad tan compleja.
Cada persona está afrontando como puede el contexto actual. No todos tenemos una misma realidad, unos mismos medios o una buena red de apoyo. Es esencial por tanto que aprendamos a desarrollar ciertas habilidades psicológicas para manejar mejor factores como el confinamiento y la incertidumbre. En este caso, nos puede venir bien aplicar una serie de claves para el autocuidado emocional durante el coronavirus.
En los últimos días. abundan mensajes bienintencionados en los que se nos recuerda que es momento de estar unidos, de pensar en un mismo objetivo. Sin embargo, desde el campo de la psicología sabemos que esta realidad está siendo dura para una buena parte de la población. En los muros de cada hogar puede habitar desde la soledad, la ansiedad, el dolor de la pérdida, los problemas de pareja y esa sombra conocida: el miedo.
A veces, no basta con mantener unas rutinas, con hacer ejercicio o realizar videollamadas con la familia o los amigos. Nos sigue faltando algo. Esto provoca que quedemos suspendidos en una especie de noria emocional. Hay instantes en que nos sentimos mentalmente fuertes y al poco llaman a la puerta la frustración o incluso las ganas de llorar. Todo esto, entra también dentro de la normalidad.
Ahora bien, lo importante es no quedar atrapados por estados negativos de forma permanente. Estas realidades emocionales deben ser como nubes pasajeras: sentimientos que se observan, se aceptan y se dejan ir para que seguidamente, vuelva esa luz que nos permita ver lo que nos rodea con claridad y con adecuada calma interna.
Aprendamos por tanto una serie de estrategias para mejorar nuestra solvencia en materia de autocuidado emocional.
Claves para el autocuidado emocional durante la pandemia
Señalaba Daniel Goleman en su ya célebre libro Inteligencia emocional, que las personas, a veces, nos confundimos cuando se habla de la necesidad de controlar las emociones. Las emociones son parte de la vida y como tal « control» nunca será sinónimo de bloqueo o negación en nuestro día a día.
Se trataría más bien, de modulación, de reducir el efecto disruptor que puedan tener ciertas emociones sin dejar de entender su mensaje y su finalidad adaptativa. Un ejemplo, si me siento frustrado y percibo incluso el pinchazo de la rabia por permanecer tanto tiempo en casa, de nada me va servir negar o intentar olvidar ese estado interno.
Se trataría simplemente de canalizar. De buscar una actividad que me permita «liberar» esa emoción. Las claves del autocuidado emocional durante la pandemia requieren un compromiso constante con nosotros mismos. Estas serían por tanto las pautas para empezar a aplicarlas.
Verifica tu estado anímico a lo largo del día
No hay realidad más paradójica que un confinamiento obligado en un contexto de pandemia. Más que angustia, reina la incerteza. Y cuando esta sensación se hace presente, nuestra mente se llena de dudas: ¿cuánto durará esto? ¿qué pasa si me contagio? ¿Y si se contagia alguien de mi familia, qué haré? ¿qué pasará dentro de una semana?…
Esas dudas persistentes incrementan el malestar emocional casi sin darnos cuenta. Entramos en un estado de hipervigilancia y todo empieza a complicarse, a parecer más difícil. Es de vital importancia que a lo largo del día seamos conscientes de cuál es nuestro estado anímico y cuáles son las emociones que nos están dominando. Debemos darles nombre.
Ese chequeo nos ayudará a tomar decisiones.
Acepto mis emociones, me doy lo que necesito
Entre las claves para el autocuidado emocional durante el coronavirus está, por encima de todo, la aceptación. ¿Qué significa esto? Implica básicamente, no invalidar ningún pensamiento, sensación o emoción. Es normal sentirnos preocupados, experimentar angustia e incluso incomprensión en algún momento.
Al fin y al cabo, cada persona sobrelleva de un modo este contexto y a veces nos puede sorprender la positividad de otros o esa visión más relajada e incluso festiva de la actual realidad que mantienen muchos.
Cada cual, lo afronta como puede y sabe. A veces, el humor no es más que un buen mecanismo de defensa. Se trata de aceptar a los demás y de aceptar a su vez nuestras realidades internas.
Tras monitorizar nuestras emociones e identificarlas debemos darnos lo que necesitamos. La angustia necesita amarre. Hay que centrarse en el momento presenta a través de una conversación con alguien querido, a través de una actividad que nos genere paz.
La frustración, la inquietud y la ansiedad necesitan canales de expresión. Y la tristeza, el refugio de la calma, el mundo de un libro, el equilibrio de la música…
¿Quién deseas ser durante esta crisis? Pon las emociones a tu favor
Lo creas o no todos cumplimos un papel durante la actual crisis. Todos somos protagonistas en este escenario de emergencia. Y todos debemos ser responsables. Por ello, una de las claves para el autocuidado emocional durante el coronavirus es tener claro quién quieres ser.
Podemos elegir convertirnos en esas personas que se dejan llevar por pensamientos irracionales y por el pánico. Personas que hacen compras compulsivas, que quedan cautivas por emociones como la rabia y el enfado complicando la convivencia con los suyos. No es lo adecuado.
En ti hay recursos y potencial para ser alguien excepcional. Para actuar con equilibrio, serenidad y confianza para afrontar con mayor aplomo estos días. Medita, racionaliza pensamientos. Identifica estresores, situaciones que incrementan tu preocupación. Céntrate en el momento presente, no anticipes.
Concéntrate en lo que puedes controlar
Un hecho innegable sobre el COVID-19 es que se alza como un enemigo desconocido. Tener que hacer frente a algo nuevo genera ansiedad y nos puede sumir sin duda en estados de gran incertidumbre. Por ello, una de las claves para el autocuidado emocional durante el coronavirus es centrarnos en aquello que sí podemos controlar.
Para ello, es adecuado coger papel y lápiz y hacer dos columnas. En una escribiremos aquello que sí podemos controlar sobre esta situación (medias de protección frente al contagio, atender a los nuestros, cuidar de nuestra salud física y emocional, crear estrategias para sentirme mejor, etc).
En la otra columna escribiremos aquello que queda fuera de nuestro control, como por ejemplo, saber la duración de esta crisis. Al terminar este ejercicio, reflexionaremos sobre él para darnos cuenta que a pesar de todo, controlamos cosas importantes. Cosas que pueden favorecer nuestra calma, nuestra manera de afrontar el momento presente.
No dejemos por tanto de atender ese universo esencial y primario, como son nuestras emociones.
Por: Psicóloga Valeria Sabater