La atiquifobia o miedo al fracaso es el temor anormal e injustificado a fracasar, equivocarse y cometer errores. Muchas de estas fobias son infundadas por padres o hermanos perfeccionistas y en otros casos es producto de algún evento ocurrido en nuestra infancia que a medida que crecemos se va forjando en nuestra personalidad.
Sueños inconclusos
Todos tenemos sueños, queremos hacer cosas que nos gustan más para sentirnos vivos y plenos en todos los sentidos posibles. Estamos aquí para encontrar tareas que dan sentido a nuestra existencia y hacer de esta vida mundana habitable. El filósofo Richard Taylor dice que nuestra vida no tiene sentido, lo que le da sentido es un sentido de propósito: la voluntad de sobrevivir.
¿Cuántos de nosotros realmente hacemos esos sueños realidad? El problema es que antes incluso de empezar a lograr ese sueño, muchos de nosotros tenemos dudas sobre nuestra capacidad de hacer lo que nos gusta. Estamos preocupados y vacilantes para probar algo diferente.
La voz en nuestra cabeza a menudo dice: “Yo no tengo el tiempo ni el dinero…”
Autosabotaje, producto del miedo al fracaso
El autosabotaje es cualquier tipo de comportamiento o pensamiento que nos mantiene lejos de lo que deseamos las más importantes en la vida. La renuencia de nuestra parte para asumir nuevos retos es un rasgo característico de la conducta auto-sabotaje. Es el conflicto que existe entre nuestros deseos conscientes y deseos inconscientes o como Sigmund Freud lo describiría, nuestra identidad frente a nuestro ego, que se manifiesta en los patrones de auto-sabotaje.
Este comportamiento de auto-sabotaje se origina en nuestro miedo al fracaso. El sentimiento abrumador que crece dentro de nosotros, royendo en nosotros, y diciendo: “No puedes hacer esto”, es lo que nos disuade de nuestra meta de alcanzar la grandeza que nacemos hacer.
¿Qué podemos hacer para detener el sabotaje de nosotros mismos?
5 maneras de superar el miedo al fracaso
Las siguientes son algunas maneras en que puedes sortear y disipar ese miedo al fracaso.
- Aceptar el problema: para superar cualquier problema es aceptar que existe y se debe afrontar las barreras para superarlo y poder seguir adelante, al haber asumido que el problema existe ya es un logro porque si no se reconoce el inconveniente, lo evades y siempre va a estar ahí, atormentándote, por eso al reconocer tus debilidades ya tienes una razón menos para sufrir ya que de alguna manera te vas librando de eso que te molesta.
- Elabora una estrategia: la organización es una de las claves del éxito, ya que te permite tener el control absoluto de cada paso de lo que deseas hacer y así evitar esos pequeños detalles que puedan ocasionar que vayas directo al fracaso. Siempre debes planear todo antes, así puedes darte una idea de qué cosas pueden llevarte a cometer errores. Imagina todo con diferentes escenarios y resultados, de esta manera ya tendrás un conocimiento de cómo arreglar todo para así encaminar las cosas otra vez hacia el tan deseado éxito.
- Mantente positivo: es muy importante la positividad, ya que en ambientes negativos tu inconsciente puede hacer que te autosabotees y la culpa con el fracaso no son buenos compañeros. Eres dueño de tus actos, debes estar siempre positivo ya que eso te dará la confianza que necesitas para no flaquear en esos momentos en los que creas que estas apunto de errar, debes creer en que todo lo que hagas va a salir bien, la negatividad solo hará que te retrases en obtener lo que deseas ya que te enfrascaras en “no puedo”, “no me va a salir bien”, y ese tipo de frases que destruyen la confianza.
- Nunca dudes de tu esfuerzo: al intentar algo ya tienes una ganancia ya que si nunca te atreves, jamás sabrás si las cosas saldrán bien o saldrán mal. No desconfíes de ti, es bueno cuestionar tu esfuerzo ya que con esto afirmas el por qué estas intentando las cosas en primer lugar, pero nunca temas tu esfuerzo ya que el fruto que éste puede darte sea ganancia o fracaso, te enseñará cómo lo puedes hacer mejor o qué no hacer para poder obtener el tan anhelado triunfo.
- Siempre ten un plan B: si el plan inicial no funciona o tal vez no salió como lo esperado, siempre debes tener un plan de contingencia con el que sepas que definitivamente no vas a fallar, es sumamente importante no tomar las cosas a la ligera ya que siempre serán tus ganancias y tus fracasos, además, que si estas en proceso de derrumbar las fronteras que te llevan al éxito, debes poner todo de ti, ya que es algo que estás haciendo por ti mismo. Está terminantemente prohibido ser mezquino con la realización de tus metas, este plan de reemplazo es igual o más importante que el plan inicial y debes analizar y revisar todo paso por paso las veces que sea necesario para así lograr eso que tanto deseas y terminar con ese miedo al fracaso.
Muchas personas importantes dicen que el fracaso es la clave del éxito ya que sin él no podrías mejorar tu manera de hacer las cosas, y que siempre es bueno aprender de los errores. Nunca dejes de intentar algo si te equivocas una vez, ya que el no volver a intentarlo, es la falla más grande que puedes tener.