Irritabilidad e ira, alteraciones del sueño, intento por ocultar el sufrimiento con un exceso de trabajo, abuso del alcohol en ocasiones… La depresión en los hombres cursa de manera diferente a las mujeres y, en muchos casos, las consecuencias pueden ser fatales.
La depresión puede ser más peligrosa en los hombres. A pesar de que la incidencia, por término medio, sea mucho mayor en las mujeres, son ellos quienes la viven y la manejan de manera más complicada. Sabemos, por ejemplo, que son más reacios a pedir ayuda, que abordan la angustia y el universo emocional con dificultades y que todo ello les pasa factura de muchas maneras.
Así, el psicólogo Aaron Rochlen de la Universidad de Texas nos indica en un estudio que el clásico rol de la masculinidad que se define sobre todo por restringir la expresión emocional, sigue pesando en exceso en la sociedad. Pedir ayuda sigue viéndose no solo como un signo de debilidad, sino también como esa imagen de vulnerabilidad que tanto molesta y que se intenta evitar a toda costa.
Esta dinámica comportamental se traduce a menudo en una realidad de la que aún no se habla lo suficiente. Tras muchos problemas cardíacos e infartos cerebrales podría estar como desencadenante una depresión mayor encubierta y no diagnosticada. Esta condición psicológica lleva a muchos hombres al sedentarismo, a seguir una dieta inadecuada, a beber en exceso… Todo ello pone en juego su salud y también su vida. Conozcamos más datos.
La depresión puede ser más peligrosa en los hombres: causas y estrategias de afrontamiento
Sabemos que sufrir un trastorno del estado de ánimo como es una depresión y no tratarla tiene serias consecuencias sobre la salud. Ahora tenemos unos datos más concretos y podemos decir que aunque son las mujeres quienes sufren en mayor número esta condición, son los hombres los que tienen mayores probabilidades de morir.
El dato sin duda es serio y es necesario explicar con detalle esta información. Para ello, podemos recurrir al interesante trabajo de investigación realizado en el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam) en la Universidad Autónoma de Madrid, liderado por catedrático en psiquiatría de esta universidad José Luis Ayuso.
Depresión masculina: una depresión diferente
Según nos revela esta investigación, el riesgo de muerte en caso de que se padezca una depresión es seis veces superior entre los hombres jóvenes y de mediana edad. Y no, esta cifra no se explica solo por el riesgo de suicidio. Padecer una depresión y no tratarla aboca a la persona a un estilo de vida deficiente: peor dieta, sueño alterado, sedentarismo y, en ciertos casos, abuso de alcohol u otras sustancias.
Asimismo, aquellos hombres que ya padecen alguna enfermedad previa tienen una menor adherencia a los tratamientos, los descuidan, no acuden a la citas médicas, no se cuidan… Ese abandono pasa factura y es un riesgo elevado para la salud.
Los síntomas de la depresión en los hombres
Sabemos que la depresión puede ser más peligrosa en los hombres, pero a menudo su sintomatología puede pasarnos desapercibida. Seguimos pensando que este trastorno psicológico se relaciona en exclusiva con estados de de tristeza y abatimiento, cuando en realidad, podemos ver conductas muy distintas y singulares. Son las siguientes:
- Estado de ánimo irritable: todo molesta, todo enfada…
- Episodios de ira e incluso episodios de violencia (tanto en el trabajo como en la relación de pareja).
- Comportamiento escapista, es decir pasan más tiempo en el trabajo o en el gimnasio.
- Dejan de disfrutar de aquello que antes les gustaba.
- Sensación de vacío y negatividad.
- Conductas de riesgo como conducir de manera imprudente.
- Dolores de cabeza, molestias digestivas…
- Bajo interés en el sexo.
- Alteraciones del sueño.
- Cuando se les indica que su forma de actuar y de reaccionar podría tener detrás una depresión, se defienden y lo niegan. Restan importancia a los que sienten o les ocurre.
Asimismo, también cabe hablar de una dimensión. Un antiguo presidente de la Asociación Americana de Psicología (APA), Ronald Levant, decano de la Universidad de Akron, acuñó el término alexitimia masculina normativa como una característica que aparece con frecuencia entre los hombres, y que incrementa el riesgo de depresión.
La dificultad para expresar sus emociones es un posible desencadenante de la depresión y una barrera para el tratamiento.
La depresión puede ser más peligrosa en los hombres: se necesitan medidas de prevención
¿Cómo ayudar a quien, por término medio, no desea ser ayudado? Bien es cierto que habrá quien sea consciente de lo que le sucede y no dude en dar el paso y solicitar ayuda. No obstante, puesto que sabemos que la depresión puede ser más peligrosa en los hombres, es necesario establecer unos mecanismos básicos de actuación.
- Desde el ámbito de la atención primaria debe tenerse en cuenta esta posibilidad. Muchos hombres que acuden por dolores de cabeza, cansancio, problemas de insomnio, problemas digestivos, etc. pueden padecer una depresión encubierta.
- La familia y el entorno cercano es otro pilar importante. Cuando detectamos en esa pareja, amigo, hermano, padre o primo que ha cambiado su comportamiento y que se muestra más irritable, es necesario que les animemos a pedir ayuda.
- En el ámbito del trabajo debería potenciarse la creación de departamentos de salud laboral. Detectar al empleado con ansiedad o con síntomas de depresión revertiría en el bienestar humano e incluso en la productividad.
- Por otro lado, hay un sector que no podemos olvidar: el adulto mayor, el hombre de más de 65 años que en, muchas ocasiones, puede arrastrar consigo un trastorno depresivo. El índice de depresiones en la tercera edad se eleva cada año y debemos tenerlo en cuenta.
Por último, y no menos importante, es necesario un cambio y una reformulación en el modelo de la masculinidad. Es necesario favorecer una educación en la que se desvanezcan los clásicos roles asociados al género y lograr por fin que niños y niñas aprendan desde bien temprano a expresar emociones, comunicar sentimientos y entender que pedir ayuda o mostrarse vulnerable no es sinónimo de debilidad, sino todo lo contrario.
Por: Psicóloga Valeria Sabater