Hay rupturas de pareja que nos encapsulan en un sufrimiento perpetuo. No siempre es fácil dar forma a un buen duelo tras esas experiencias y de ahí que sea tan frecuente derivar en una depresión.
Los estragos del amor y el desamor son profundos. A menudo, pasamos por alto los síntomas de la depresión tras una ruptura. No la vemos, normalizamos incluso el sufrimiento esperando que desaparezca con los días y dando por sentado que “el tiempo todo lo cura”. Sin embargo, la pesadumbre no se resuelve y el recuerdo es como ese retrovisor al que siempre devolvemos la mirada.
Dijo William Shakespeare una vez que las heridas que no se ven son las más profundas. Es cierto, lo más complicado de todo es que a menudo nos sumergimos en ellas sin remedio, infectándolas a diario con comportamientos y pensamientos nocivos. De esos que lejos de pasar página ante lo que ya no puede ser, nos recreamos en imposibles, en un pasado que ya no tiene sentido ni presencia.
La depresión por ruptura de pareja es más común de lo que podamos creer. Así, algo que suele verse con frecuencia es que muchas personas acaban derivando en una depresión mayor al cabo de los meses. Casi sin darse cuenta, se ven incapaces de rendir en en el trabajo, de disfrutar como antes de sus momentos de ocio y de sus relaciones sociales.
Es importante conocer la sintomatología asociada a estas experiencias y, sobre todo, ser capaces de dar forma a un duelo por ruptura más saludable. Lo analizamos.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión tras una ruptura?
Ninguna ruptura es fácil, ni siquiera aquella acordada por ambas partes. Supone tener que reiniciar nuestra vida de otro modo, definiendo presentes y futuros. Implica también reformularnos a nosotros mismos y lidiar con muchas emociones contrapuestas, confusas y complicadas de manejar. Los recuerdos pesan y mientras la vida avanza, nuestro mundo interno sigue atrapado, detenido y sin saber muy bien por dónde empezar.
Es importante señalar un aspecto en relación a estas situaciones. A menudo, normalizamos estados que procesamos como normales dentro del propio duelo por ruptura, cuando en realidad son patológicos. Estudios, como los realizados en el Centro Médico Universitario de Groningen de los Países bajos, afirman que gran parte de nosotros no sabemos reconocer los síntomas de la depresión tras una ruptura.
Por lo general, si una persona logra manejar las situaciones de estrés posteriores a ese fin de la relación, tiene un riesgo menor de derivar en un trastorno psicológico. Sin embargo, quienes tienen menos habilidades de afrontamiento, quienes se dejan llevar por la frustración o la necesidad de volver a contactar con la expareja, tienen mayor riesgo de desarrollar una depresión mayor.
Conozcamos no obstante los síntomas de la depresión tras una ruptura.
Síntomas emocionales
Por lo general, cada persona experimenta de un modo el fin de una relación afectiva. No obstante, cuando se vive de manera traumática o se disponen de escasas habilidades de afrontamiento para lidiar con estas vivencias, es común experimentar lo siguiente.
- Sentimientos persistentes de tristeza y desconsuelo.
- Al propio desconsuelo, se le puede añadir la rabia y el enfado, la sensación de que las cosas tenían que haber ido de otro modo.
- A menudo, se integra también la sensación de culpa, la idea de “todo es culpa mía, lo he estropeado“.
- Miedo y desesperación ante la idea de no ver más a esa persona.
- Sensación de vacío.
- Sentimientos de inutilidad.
- Pérdida de la motivación.
- Síntomas cognitivos
Entre los síntomas de la depresión tras una ruptura abundan los estados en los que la mente no deja de pensar, de imaginar mil situaciones, de recordar momentos del ayer… Todo ello intensifica la sensación de indefensión.
- Pensamientos sobre cómo recuperar a la pareja, modos de contactar, de verla de nuevo…
- La mente no deja de repasar esas cosas que han podido llevar a la ruptura. Imaginamos cientos de posibilidades que hubieran podido evitar ese desenlace.
- Asimismo, es común que la persona se obsesione con imaginar qué estará haciendo la expareja y con quien estará.
- En estos estados, resulta muy complicado centrar la atención y tomar decisiones. El rendimiento cognitivo se reduce, cuesta memorizar, resolver problemas…
Asimismo, es importante señalar que en estas situaciones es común que surjan ideas suicidas. Un hecho de elevada gravedad que debemos considerar.
Comportamientos asociados a los síntomas de la depresión tras una ruptura
Entre los síntomas de la depresión tras una ruptura, cabe destacar los comportamentales. Aquí se abre una gran variabilidad, pero por lo general podemos ver las siguientes dinámicas:
- Hay cambios en la alimentación, la persona o bien empieza a comer con exceso o pierde el apetito.
- Se experimentan cambios en los hábitos del sueño. Hay quien empieza a sufrir insomnio o bien padece hipersomnia.
- Aparece la pérdida de energía. La sensación de agotamiento es constante, lo cual imposibilita el poder rendir en el estudio o el trabajo.
- Se pierde el interés por todo aquello que antes les motivaba.
- La persona, a menudo, no puede dejar de seguir la pista a la expareja. Esto hace que revise con frecuencia sus redes sociales y que busque formas de contactar.
- A menudo, podemos ver conductas de riesgo o adictivas, como empezar a consumir alcohol o derivar en una relación fallida tras otra en un intento por olvidar a la expareja.
¿Qué podemos hacer si evidenciamos todos estos síntomas?
En caso de evidenciar muchos de los síntomas de la depresión tras una ruptura, es momento de tomar conciencia de un aspecto. Nosotros solos no podemos. Investigaciones como las realizadas en la Universidad de Sherbrooke (Canadá) avisan de que este tipo de situaciones mantenidas en el tiempo acaban por evidenciar una ideación suicida. Y este es un punto al que no podemos llegar.
Es importante solicitar ayuda experta. Así, ante estas situaciones nos puede ser de utilidad lo siguiente:
- Busca ayuda. Además de un adecuado apoyo psicológico, es adecuado poder contar con alguien en el día a día con quien hablar: amigos, familia.
- Debemos romper el contacto con la expareja por completo. Y esto empieza por borrarla de nuestros contactos y redes sociales.
- No evites el dolor, deja espacio a tus emociones y desahógalas, acéptalas.
- Reformula tus creencias y pensamientos. Aunque no lo creas “sí puedes vivir sin esa persona“.
- Promueve cambios, sitúa en tu horizonte nuevas metas.
A veces, pequeños cambios traen nuevas oportunidades y nos traen vientos diferentes, personas, actividades y proyectos que nos ilusionan de nuevo. Al fin y al cabo, de eso se trata cuando lidiamos con una depresión, de ilusionarnos nuevamente.
Por: Psicóloga Valeria Sabater