Existen causas ocultas del estrés que muchas veces pasan desapercibidas para nosotros, puesto que estamos acostumbrados a que de ese modo debe transcurrir nuestra vida, sin embargo estos hechos y circunstancias pueden ser modificadas por nosotros mismos, y en corto lapso de tiempo, siempre y cuando sepamos descubrirlas.
Todos estamos familiarizados con las fuentes habituales que producen estrés: la falta de equilibrio entre la vida laboral y familia, la inseguridad laboral, la sobrecarga de compromisos sociales, las preocupaciones financieras, el dolor, la soledad, el tráfico, los dramas familiares y demás. Lamentablemente, muchos de estos factores toman tiempo para resolverse y, a menudo, requieren la cooperación de otras personas. Sin embargo, hay algunas causas ocultas del estrés, que están dentro de nuestro control, y nuestras vidas se pueden mejorar mucho una vez que se hayan identificado.
Las causas ocultas del estrés
A continuación, te mencionaremos las principales causas ocultas del estrés que a menudo descuidamos, pero que pueden ser manejadas para tener más tranquilidad y paz a nuestra mente.
1. Demasiado de lo malo y muy poco de lo bueno
Si te sientes estresado, es recomendable que acudas a la siguiente lista de preguntas y revises si alguno de estos puntos obtiene una respuesta positiva, o si la mayoría es correcto, desde ahí tendrás una perspectiva para evaluar mejor si tu estado mental no corresponde a unos malos hábitos realizado algunas horas antes.
- ¿He estado bebiendo demasiadas bebidas con cafeína y/o alcohol?
- ¿He estado consumiendo demasiado azúcar?
- ¿He estado comiendo demasiada comida chatarra?
- ¿No he estado durmiendo por lo menos 7 a 8 horas y en un horario normal?
- ¿No he estado haciendo ejercicio moderadamente durante al menos 150 minutos esta semana?
- ¿No he estado comiendo suficientes verduras y comida saludable?
- ¿No me he mantenido hidratado todo el día?
Por lo general, la respuesta a lo anterior te dará indicaciones sobre los ajustes de estilo de vida que puedes hacer para evitar el estrés, al menos, disminuir estas fuentes ocultas de estés que son fáciles de evitar.
2. Estar constantemente conectado
Incluso las máquinas tienen que ser apagadas o reiniciarse de vez en cuando. ¿Qué nos hace pensar que somos más invencibles que las máquinas y podemos seguir adelante sin descanso? En estos días casi quince minutos pasan sin que nuestra atención sea apresada por los medios de comunicación social, mensajes de texto, notificaciones de nuestro teléfono inteligente, correos electrónicos, boletines electrónicos y llamadas telefónicas. Estamos atados a nuestros teléfonos inteligentes o a nuestros ordenadores. No es ninguna maravilla que luchemos para encontrar el espacio para respirar en nuestra vida diaria. Haz un esfuerzo para desconectarte tan frecuentemente como puedas. Recuerda que nada es más urgente que tu tranquilidad y paz mental.
3. No tratar las intolerancias alimentarias y las alergias
Conocer nuestros cuerpos y cómo reacciona a nuestra alimentación es algo que muchos de nosotros descuidamos. Las alergias a los alimentos pueden interrumpir nuestros días con erupciones cutáneas con picazón, molestias estomacales, secreción nasal y vómitos, mientras que las intolerancias alimentarias pueden convertir un día pacífico, en algo desagradable con dolores de cabeza, hinchazón, intestinos irritables y mucho más.
Son sin duda una fuente de estrés físico que deberíamos estar gestionando activamente, y no ignorarlos bajo ningún punto de vista. Algunas de las alergias alimentarias más comunes en adultos son los mariscos, los cacahuetes, los frutos secos, el pescado y el huevo, y algunas de las intolerancias y sensibilidades más comunes son los lácteos, el gluten, los cítricos, los aditivos alimentarios y el alcohol.
4. Perseguir incansablemente la perfección o el estatus de otros
La vida en estos días a menudo está cargada con un fuerte temor de perder a medida que nos bombardean las imágenes de cómo nuestras vidas podrían ser diferentes o mejores a través de los medios de comunicación social de nuestros amigos y la red. Dondequiera que vayamos, el bombardeo de imágenes y estilos de vida casi inalcanzables abundan y llegan a nuestra mente.
Esto nos hace cuestionar todo lo que hacemos o no hacemos. Preguntas como “¿Estoy viviendo mi vida al máximo?”, “¿Y si me arrepiento cuando sea mayor por lo que quiero ahora y mi oportunidad de cambiar el curso se ha ido para siempre?” Y más. Debemos superar esto recordándonos a nosotros mismos que la perfección es un mito y que nuestro ritmo de vida debe ser respetable. Evita vivir criticándose y tener expectativas poco realistas.
5. No permanecer lejos de amistades tóxicas
Podemos practicar el pensamiento positivo y la atención plena todo lo que queremos pero si permanecemos inmersos en un círculo de amigos tóxicos, todos los días se convierte en un desafío para alejar el estrés de la gente alrededor.
Una buena práctica puede incluir dibujar un círculo en un trozo de papel. En el círculo, escribe los nombres de las personas que son cariñosas, de apoyo y cariño hacia ti. Fuera del círculo, escribe los nombres de las personas que te chupan el tiempo, la energía y el dinero o te hacen sentir pequeño y te aplastan el ánimo. A partir de ahí, aumenta tu tiempo con la gente en el círculo y gradualmente aumenta la distancia con la gente fuera del círculo.
6. Tener demasiado desorden en casa y en el trabajo
Es increíble cómo apenas al volver a casa o ir a trabajar sobre un escritorio limpio, libre de lío puede hacernos sentir casi al instante más ligeros y cómodos. Pagamos cientos de dólares para alojarse en habitaciones de hotel con interior minimalista para una buena noche de sueño. Si ponemos algún esfuerzo para mantener nuestras casas libres de desorden, podemos tener un refugio de paz para estar más relajados cada día.